1. f. Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situaciónadversos.
2. f. Capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando hacesado la perturbación a la que había estado sometido.
RAE – Real Academia Española
Trabajar en nuestra inteligencia emocional nos ayuda a desarrollar la resiliencia.
Cuando nos toca vivir una situación mala, diferente a nuestras expectativas nos da angustia y nos frustramos.
Por eso es de vital importancia entender cómo nos afecta la situación y motivarnos para superarla. ¿Pusiste tus problemas en perspectiva?
Recuperarnos rápidamente o no, depende de nuestra percepción y de nuestra capacidad de desarrollar la resiliencia.
Por décadas los psicólogos estudiaron las etapas de las contrariedades que debemos enfrentar en la vida y convinieron en las cinco etapas desarrolladas a continuación. Cada una con su correspondiente consejo para poder sobrellevarla de la mejor manera posible.

1. Negación. La negación es la primera reacción. No podemos creer que nos esté sucediendo a nosotros entonces debemos aplicar el conocimiento constructivo. Escribir un listado de los aspectos negativos y buscarles posibles soluciones positivas. Pensar planes de acción.
2. Ira. Nos enojamos y victimizamos ¿por qué a mí? ¡No es justo! Nos quejamos y culpamos a terceros. A veces internalizamos la ira y nos enfurecemos con nosotros mismos entonces es importante controlar las emociones negativas. Ver los consejos brindados anteriormente o encontrar una manera de canalizar el enojo.
3. Desorientación y depresión. Luego solemos sentirnos confundidos y desdichados. ¿qué hice mal? Sentimos impotencia. Estamos exhaustos física y emocionalmente. Estamos desesperados y sentimos que no podemos hacer nada. Podemos llegar a tener problemas para dormir porque los pensamientos negativos automáticos no paran de repetirse en nuestra cabeza. Este es el paso más desafiante para la mayoría de las personas. Entonces aunque sientas ganas de estar solo es mejor hacer el esfuerzo y aceptar la compañía. Es bueno socializar, salir con amigos y conocidos. Quedarse solo solo aumenta la probabilidad de que nos sigamos sintiendo culpables de la situación. Hay que identificar y escribir los pensamientos negativos automáticos y por cada uno de ellos realizar una afirmación personal.
4. Aceptación. Finalmente reconocemos que la situación cambió. Nos sentimos menos afectados emocionalmente y entendemos que nuestra vida debe continuar. A veces llegar a este paso lleva semanas o meses, dependiendo de la situación y de la persona. Cuando pudimos sobreponernos un poco de los sentimientos de abatimiento es momento de poner en marcha la acción, de revisar nuestras metas personales y plantear objetivos a mediano y largo plazo.
5. Renovación. Ya podemos retomar nuestra vida habitual. Podemos pensar la situación de manera racional sin dejarnos abrumar por las emociones. Comenzamos nuevamente a hacer planes y a proyectar en el futuro. Logramos sobreponernos.